Muchos de nosotros nos preguntamos qué va a pasar cuando todo esto termine. Este pensamiento y preocupación es muy razonable, aunque difícil de saber.

Es cierto que la gravedad de la enfermedad ha dejado en segundo plano cualquier pensamiento económico, pero todos sabemos que después nos tocará sobreponernos. Y eso nos hace acentuar todavía más nuestra preocupación.

 

Sin duda, la crisis sanitaria debe anteponerse a cualquier crisis económica. De hecho, cuanto antes superemos y menos dure, esta enfermedad, antes lograremos superar todo lo que venga después. Es muy importante llevar a cabo “a rajatabla” todas las medidas que se nos han impuesto y solo de esa manera lograremos vencer todos los males, los actuales y los que vengan después.

Vamos a concienciarnos de que el tiempo que dure   todo esto lo tenemos en nuestras manos, y que de todos depende que salgamos lo antes posible. Tenemos que ser disciplinados y cívicos. Es fácil no dar importancia a los contagios cuando sabemos que no nos va a tocar porque   no somos un grupo de riesgo directo. ¡¡¡ Grave error!!! No podemos despreocuparnos por los demás. Somos responsables de que el coronavirus no se propague. Primero por nuestros mayores y enfermos, después por los que en este tiempo se puedan poner enfermos y no sean atendidos porque la sanidad esté en colapso y en último lugar por nosotros mismos y nuestras familias. Cuanto más tiempo estén nuestros hijos fuera de las aulas, peor y cuanto más tiempo el tejido industrial y el sector servicios esté parado, peor. Debemos ser responsables e intentar hacer los que sea preciso para salir con tanta   velocidad como con la que nos hemos metido. Solo lograremos vencer al coronavirus y al pos-coronavirus si nos solidarizamos con los demás.

 

Os animo a que nos os dejéis llevar por la laxitud de vuestra conducta e intentéis aunar fuerzas. Y tampoco seáis presos del pánico porque eso no ayuda en absoluto.